Este 25 de octubre, el EP Lo normal es cómodo, debut del proyecto musical ZAVRI, se podrá escuchar en todas las plataformas y será presentado con show en vivo al día siguiente. Cinco canciones de un indie pop etéreo y libre de pretensiones, que ebullen para explorar el autodescubrimiento, el deseo, que surfean la ciudad desolada de noche después de un desencuentro amoroso y que enfrentan el miedo a estar solo. Que se entregan, encaran la realidad con otra perspectiva y rompen el espejo. O mejor dicho, la proyección que se tenía de uno mismo en pos de hacerse preguntas, aún si estas resultan incómodas.
Anclado a un pasado de influencias sociales tanto como domésticas -provenientes de un familia tradicional del ambiente militar y de educación católica, siendo el menor de cinco hermanos-, Santiago Navone Lier (1991, Lima, Perú) no logró romper con ciertos prejuicios -jaulas de la comodidad y del pensamiento lógico racional- hasta que experimentó con la música y la fotografía; canales de expresión que eran un misterio, sobre todo la primera, una pendiente a resolver que no lo dejaba tranquilo.
ZAVRI es un alter ego, una hoja en blanco, una identidad a crear que, amparada en cierto anonimato y de género ambiguo, arrasa con cualquier tipo de límite: puede ser transformada una y mil veces o ninguna, no se adhiere a nada y no hay pasado que la condicione. Es “un personaje que muta indefinidamente”, según advierte Santiago, “sólo así puedo interpretar canciones en un escenario con la libertad que eso demanda”.
En la adolescencia le empezó a interesar la fotografía y con sus primeros ahorros se compró una cámara para registrar viajes. Con buenas notas en matemática y física y el peso encima de algunos mandatos, al terminar el colegio se anotó en Ingeniería Industrial y se recibió en 2016. Durante esos años de cálculos y formación, empezó a acercarse como en puntas de pie a la escena artística local. Más tarde y de a poco, a registrar shows en vivo de bandas que le empezaban a gustar. Un hobbie que con el correr del tiempo se convirtió en profesión. Actualmente trabaja como camarógrafo, director y productor audiovisual en la industria de la música. Durante los últimos años trabajó como filmmaker y director para artistas como El Mató un Policía Motorizado, El Zar, 1915 y Tiago PZK entre otras bandas y solistas, y de festivales como el Lollapalooza, Festival Buena Vibra, Festival Cultural Saldías, Fardo Festival y la fiesta Polenta pasando por el mundo de la moda.
“Casi no sé quién soy”, suena en una voz suave y existencial, cuando arranca Canción en E, el primer tema del proyecto que tiene videoclip, dirigido y protagonizado por el mismo músico. Con una trama new age de colores vivosy efervescentes,desarrolladaalrededor de los bosques de Capilla del Señor, en esas escenas el personaje se enfrenta a distintos abismos que podrían ser metáforas del miedo, y la velocidad con la cual corre, del impulso inquebrantable. La Salida, por su parte, es una canción que tiene la fuerza de algo que emerge, hierve y se asoma a la superficie. Explora el deseo y exorciza una experiencia traumática entre un grupo de amigos.
Los primeros artistas con los que conectó van de Rodrigo Bueno a Joaquín Sabina pasando por Oasis y Turf, hasta aterrizar en la música del flaco Spinetta en la adolescencia y sentirse profundamente inspirado. ZAVRI es la apertura a “mi visión sobre la vida, la sexualidad, la identidad, a pensamientos más laterales o creativos. Es la posibilidad de jugar con distintas personalidades para desencasillarme de un rol que de alguna forma me impuse influenciado por mi entorno”, cuenta.
Composición, voz y guitarras: Santiago Navone Lier.
Producción musical, guitarras y coros: Gabriel Kerman (Samsara, Sueño Azul).
Mezcla y máster: Santiago Mealla (Pyura).
La Salida fue coproducida por Juan Cruz Marino (Pyura).
Los bajos fueron grabados por Nehuen Chumbita (Camaleón, Koino Yokan, JOBA x Chumbita), baterías por Agustín Piva (Evlay, Plastilina, Natalie Perez), Violín por Eugenio Estela (Un Muerto Más, Las Estelas) y piano por Lucía Meira (Krimka).
Banda en vivo: Santiago Navone (voz), Gabriel Kerman (guitarra eléctrica), Francisco Segovia (guitarra acústica y coros), Manuel Ramos (batería), Santiago Mealla (bajo) y Pedro Gagliardi (teclados).