Ante un público atónito y conmovido en partes iguales, Rosalía sacó a relucir su talento sin par en el primero de los dos recitales que dará en Argentina como parte de su gira “Motomami World Tour”. Un show que lo tiene todo: destreza vocal, interpretaciones sentidas, excelentes bailarines y coreografías, momentos de risa y otros de emoción pura.
Rosalía entró a la fase argentina de su primera gira mundial “Motomami World Tour” por la puerta grande. Si algo quedó claro tras este primer Movistar Arena repleto es que la artista española maneja el show con una maestría singular y que, en su caso, el talento sobra. Ni bien se apagaron las luces los asistentes miraban a su alrededor perplejos, sin poder creer del todo lo que acababan de presenciar. Es que hay algo del talento de Rosalía que no se compara fácilmente con otros artistas: no por nada ocupa un lugar tan central en el panorama de la música actual.
Subida a la cresta de la ola de su carrera artística, Rosalía vive una etapa por demás fructífera. Luego de arrasar en cada localidad que pisó en Europa promocionando su ya histórico álbum Motomami, Rosalía nos regaló la pegadisísima “Despechá”, la esperadísima y mundialmente viralizable “Bizcochito” y encaró la etapa latinoamericana del tour que viene dejando multitudes boquiabiertas en cada recital.
Con la apertura de la mega convocante fiesta Bresh, lo de anoche fue una velada inolvidable de coreografías innovadoras donde se lució por sobre todo la capacidad vocal de clase mundial de Rosalía a lo largo de más de ¡30 canciones! basadas en el reciente hito de la artista y en muchos otros de sus éxitos anteriores, que han sido pioneros en las listas de éxitos.
Rosalía va por la segunda y última noche en el Estadio Movistar Arena donde, con entradas agotadas, se despedirá del fandom argentino a fuerza de eclecticismo, un dominio del multigénero único y canciones para bailar, llorar y cantar a los gritos.