Muchos en la comunidad de la música latina desconocen que La Salsa Romántica, el concepto de arreglar melodías románticas como pistas de salsa, lo inició un músico cubano: La Palabra. A la edad de quinces años llegó en 1966 a la ciudad de Nueva York dejando atrás su pueblo natal de Caimanera. Allí comenzó su travesía por la música, en ese momento era Rodolfo M. Foster (Fito) para luego llamarse La Palabra, vive en Detroit, comparte escenario con los Jackson Five y gana el primer lugar en la Feria Estatal de Detroit. Atrae la atención de Stevie Wonder que lo lleva a Los Ángeles. Tomando Los Ángeles por asalto, La Palabra transforma el género de la música latina tropical de la noche a la mañana.

Creador de la Orquesta Versalles, Orquesta Sensation’ 85 y Orquesta La Palabra, el músico nos presenta su biografía para poner en perspectiva todos los acontecimientos significativos de su vida y de su carrera artística. El autor no se guarda nada y nos cuenta de circunstancias extremadamente desafiantes que lo llevaron a la cárcel durante tres años. Sin ceder a la desesperación, La Palabra realiza una transformación notable mientras está en prisión. Armado con la creencia de que en cada adversidad hay una semilla de beneficio equivalente, lee los pocos libros de leyes que estaban disponibles para él, y aprendiendo a navegar por el sistema penal, desafía a su abogado y recupera su libertad. Retoma la música y como un ave fénix resurge en el panorama musical que lo lleva a escenarios antes inimaginables como la misma China.

Fito Foster consideraba que su nombre era muy simple, como para representar su persona. Resulta que una noche estaba en el Club Candilejas, en Los Ángeles, y cuando acabó de tocar el show, se sentó, allí no había camerinos. En medio de ese bullicio de la discoteca, que era cuando estaba la música disco muy popular, lo llaman y le dicen que alguien lo quería conocer. Se fue hasta su mesa y al darle la mano entendió que él le había dicho: “mi nombre es La Palabra”, pero cuando le pidió que se lo repitiera, le dijo otro nombre. Fíjate, yo escuché “La Palabra” tan claro, como si me lo hubieran dicho con un parlante. Cuando me fui a mi casa, iba conduciendo y el nombre de La Palabra me venía dando vueltas en la cabeza, y claro, me gustaba mucho. Por eso decidí cambiar mi nombre por La Palabra, dice el autor.

El libro “Mi nombre es La Palabra” es una historia conmovedora, un relato que te atrapa de principio a fin, una denuncia a la discriminación racial que en momentos venció al autor, pero no lo derrotó.

La primera versión de este libro la escribí en inglés, porque la historia de la salsa romántica se da en Estados Unidos, a pesar de que sea música latina, y pienso que cuando se trata de problemas raciales, el americano me entiende perfectamente. El latino no, porque tiende a no aceptar los problemas raciales. Nunca hablan de eso.

Decidí escribir este libro porque yo había leído la historia de Arsenio Rodríguez, y fue muy triste enterarme de lo que pasó cuando él murió. Él muere en Los Ángeles, California, y un amigo mío me dijo que en la funeraria no habían más de diez personas acompañándolo. Me sentí tan triste, porque eso pasa mucho en el mundo de la música y también pasa más, cuando uno es negro, que la gente se olvida y no quiere darle el valor a la persona. Por eso dije, voy a hacer mi libro para que la gente sepa al menos, quién soy yo y aprovechar para contar la verdadera historia de la salsa romántica.

Después lo traduje al español con el nombre de ‘Mi nombre es La Palabra’, para que el latino lo pueda leer sin dificultad y sepa, contado por el protagonista, lo que realmente pasó con la salsa romántica y cómo yo pegué muchos temas románticos en salsa, antes que Ramírez y de La Paz.

El próximo 4 de septiembre a las 2:00 p.m. Se realizará el lanzamiento del libro “Mi nombre es La Palabra” en la Décima edición del Festival Internacional de Literatura Oiga Mire Lea que se llevará a cabo en la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.

Entrada Libre.

Los esperamos.