“Mi Gran Dolor” es el primer sencillo del próximo álbum de Karen y Los Remedios: Silencio. Un menjurje místico y variopinto que propone un paisaje ideal para combatir las voces de tu cabeza mientras te derrites en la pista de baile y espantas los fantasmas del pasado entregando tu cuerpo al baile.
Compuesto y grabado por Ana Karen G Barajas y Jiony en un estudio casero, usando los días y los sentimientos adyacentes al aislamiento como inspiración, y en donde aprovechaban semanalmente para reunirse y salir de la cotidianidad componiendo; expresando con las letras de Ana Karen esas emociones ensoñadoras y Jiony haciendo contraste musicalizando sobre la constante incertidumbre. Más tarde, Guillermo Berbeyer se integró a este proyecto, en el que fue contribuyendo con melodías con su guitarra para las presentaciones en vivo.
Entre los principales componentes de este álbum se encuentran géneros como cumbia, lo-fi, dream pop, salsa y electro pop, pero al final es el conjunto de estos lo que le da esa particularidad tan única a Silencio. En este primer sencillo, han elegido la cumbia como ritmo de partida, siendo el sonido que más los caracteriza, para de ahí irnos adentrando en toda la gama de sonidos y contrastes que nos tienen preparados.
A grandes rasgos, de eso se trata Karen y Los Remedios, el proyecto encabezado por la artista e investigadora en arte y ciencias sociales que nació en la Ciudad de México pero que creció en el estado de Guanajuato, Ana Karen G Barajas, junto con el productor chilango Jonathan Muriel (Jiony) y el guitarrista Guillermo Berbeyer (Z.A.M.P.A.) quienes luego de varios años en la escena alternativa de México, decidieron juntarse para darle vida a este proyecto de cumbia existencial.
“Mi Gran Dolor” viene acompañado de un video dirigido por Ana Karen con la ayuda de Alejandra Genco y Christian Moreno de catorce fotogramas. La producción se realizó en el área de la Presa de la Olla, en la ciudad de Guanajuato y en la sierra de Santa Rosa por Guillermo Berbeyer y Ana Karen. El estilismo y arte del video se hizo en colaboración con Romina Ávila quien está detrás de la tienda de Reeevuelta. Las prendas usadas en el video son la mayoría herencias y colecciones de Ana Karen; desde un body de los ochentas que le perteneció a una prima, un corset de la abuela de una amiga, y otros accesorios.
El video tiene una secuencia narrativa en la que se entierra un corazón de metal en un lugar secreto en el bosque, grabado en la sierra de Guanajuato. Esta parte del video, simboliza el protegerse, no con la finalidad de volverse frío sino de intentar volverse invulnerable a las vicisitudes de la existencia. La otra parte del video se filmó en “La casa de la Presa”, un lugar muy especial y conocido para Ana Karen, ya que hace algunos años llegó a hacer proyectos fotográficos en la casa cuando ésta estaba deshabitada; es una casa estilo ‘Art Nouveau’ que ha tenido modificaciones, por lo cual Karen ha buscado conservar en una memoria visual los detalles y estructuras que la volvieron icónica. Este estilo va de la mano con el arte del álbum Silencio, del cual es parte esta cumbia que habla del enamoramiento, pero siempre realista y con la dignidad que debe equilibrarse entre dos personas, del entregar, pero sin caer en la ceguera.