Cycle/End lanza nuevo sencillo ‘On The Wall’: Un mensaje de esperanza y prevención del suicidio

Un grito desde el corazón. Una catarsis pura. “On The Wall” es el nuevo sencillo de Cycle/End, un proyecto musical con influencias del punk-rock, el alternativo y el metal. Esta canción, cargada de emoción, nació de la pérdida de un ser querido, pero también resuena con un dolor colectivo más amplio: la ola de suicidios en la industria del entretenimiento durante el confinamiento. “On The Wall” se sumerge de lleno en temas de duelo, lucha psicológica y resiliencia.

La letra poética se combina con una instrumentación intensa: riffs agudos, texturas melancólicas y arrebatos explosivos. Es a la vez un homenaje a quienes hemos perdido y un recordatorio de que no estamos solos en la oscuridad. Escucha la entrevista con la banda:

“On The Wall” nace claramente de una profunda pérdida y un duelo colectivo. ¿Podrías contarnos sobre la experiencia personal o el momento que motivó la creación de esta canción? Durante la pandemia, presencié una ola de suicidios en la industria del entretenimiento. La mayoría eran tramoyistas, técnicos de sonido e iluminación como yo. Cada pérdida era como una puñalada en una herida que nunca había sanado del todo, porque hace diez años mi hermano mayor también se quitó la vida. Fue doloroso, pero también me llenó de energía: tenía que canalizar ese dolor hacia algo significativo.

Mencionas que la canción también resuena con la ola de suicidios más amplia en la industria del entretenimiento durante el confinamiento. ¿Cómo influyó esa tragedia colectiva en tu escritura o en el tono emocional de la canción? Ser tramoyista significa trabajar en la oscuridad, pero también ser quien lleva la luz. Utilicé esa idea como tema central de la canción. La canción tenía que ser un poco más intensa —necesitaba un toque oscuro—, pero también quería que transmitiera esperanza, porque creo firmemente que siempre hay algo de luz escondido en la oscuridad. Mientras escribía, también investigué el “cuadrado negro” como símbolo a lo largo de la historia, lo que me llevó a descubrir Victoria sobre el sol, una ópera futurista rusa. Esa conexión entre oscuridad, abstracción y renacimiento resonó profundamente con lo que intentaba expresar.

La canción fusiona influencias del punk, el alternativo y el metal: riffs agudos y texturas melancólicas que se fusionan. ¿Cómo utilizaste las decisiones de sonido y producción para traducir el duelo y la resiliencia en algo que los oyentes puedan sentir físicamente? La producción se reduce a lo esencial para mantenerla cruda y honesta. Quería que cada sonido, cada idea, tuviera su propio espacio; nada extra, solo lo que realmente aporta a la emoción. Para mí, la estructura de la canción refleja el proceso del duelo: comienza pesado e incierto, avanza a través del duelo y finalmente alcanza una sensación de resiliencia. No es una línea recta, sino un viaje, y quería que los oyentes lo sintieran físicamente, no solo que lo oyeran. Es lo que sentí al trabajar en esta canción.

Escribir sobre el duelo puede ser doloroso y sanador a la vez. ¿Crear “On The Wall” te sirvió como terapia o te abrió un nuevo territorio emocional difícil de afrontar? Sin duda, se siente como una terapia. Escribir la canción me obligó a revivir emociones muy crudas, a sumergirme en el caos mental del duelo y plasmarlo en sonido. Pero con el tiempo, algo cambió. Compartir la canción fue como quitarme un peso de encima, como soltar un montón de piedras que había cargado durante años. Esa transformación —convertir el dolor en algo positivo y conectivo— es lo que hace que el proceso se sienta sanador al final.

La canción nos recuerda que “no estamos solos en la oscuridad”. ¿Qué te gustaría que alguien que lucha con una pérdida o problemas de salud mental se llevara después de escuchar esta canción? Lo que espero que transmita es que una solución permanente a un problema temporal nunca es la respuesta. El sufrimiento es parte de la humanidad: puede ser devastador, pero también tiene significado. El dolor nos dice algo sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea. En lugar de silenciarlo, podemos escucharlo y dejar que se convierta en una palanca de cambio. Si la canción puede hacer que alguien se sienta menos solo en su oscuridad, entonces ya ha cumplido su función. Y más allá del mensaje, quiero que la canción ayude de forma concreta: parte de sus ganancias se destinarán a una organización sin fines de lucro que trabaja en la prevención del suicidio.