Después de sus primeros sencillos “Sugar” y “Sunday Melody”, la cantautora y actriz argentina Carmen Borla lanza “Shadows”, el tema principal de su primer álbum titulado “Words”.
Producido por Rafa Urbina, este material es un testimonio sincero de la cantante que con calidez da ritmo a frases sencillas y pegadizas. El hilo rojo es el poder de las palabras que, según la artista, pueden construir o destruirlo todo. “Shadows” (Sombras), resume muy bien este concepto al presentar un mundo donde la pesadilla y los sueños van de la mano.
Esta canción nace de versos “nightmares only teach you about dreams” (las pesadillas solo te enseñan sobre los sueños), que la cantautora escribió para “Arrows”, la última canción en el disco. “En ‘Shadows’ la idea de los sueños/pesadillas son la hoja de ruta, una forma de ver, sentir y aceptar en oscuridad, lo que parece demasiado incómodo de vivir durante el día”.
Carmen habla sobre el duelo entre una ilusión y la belleza de los momentos de transición en la vida. La melodía y los instrumentos seleccionados para esta canción aligeran las palabras y la alegría se cuela entre sombras. Según Carmen, terminar un ciclo implica comenzar a verlo desde otro lugar, destruirlo, reconstruirlo y darle punto final.
“Me tomó mucho tiempo decidir el nombre del álbum… es difícil cuando se ama el lenguaje. Mientras escuchaba la música volvía a mi una parte de la canción la canción que se llama “Words” (palabras). ‘Careful with words, they’re powerful my love. And like dust in the air after being blown away, you can’t just lay them back in place’ (Cuidado con las palabras, son poderosas mi amor).
Y como el polvo en el aire, después de ser arrastrado, no puedes simplemente volver a colocarlo en su lugar).
Una sola palabra puede cambiar una oración, un sentir, una vida entera. Las palabras son poderosas, este es el mejor nombre para el álbum. Al fin y al cabo, eso es lo que hice con este proyecto, recopilé palabras, frases que vivieron en mí y en mis cuadernos durante mucho tiempo y las hice en canciones.” – finaliza la artista.
ACERCA DE CARMEN BORLA
Cantante, actriz, escritora y compositora, Carmen Borla brilla con luz propia en el mundo de las artes escénicas en Los Estados Unidos. Nacida en Argentina, pasó su infancia y parte de su adolescencia en una ciudad del interior cercana a Bs. As. y desde pequeña Carmen sentía la música como una “forma de comunicación” en la que naturalmente podía fluir.
En su hogar creció escuchando música clásica, jazz, tango, folklore argentino, Rock nacional e internacional. El sonido era un hábito de familia y ella se sumergió en él. A sus 19 años emigró a Nueva York. Allí aprendió, después de muchas pruebas y errores, que lo que le hace feliz es “contar historias”.
Parte de la carrera de Carmen Borla ha pasado en el teatro y el cine, con presentaciones en varios festivales y colaboraciones. En cuanto a la música, colaboró en tres temas de un disco de PJ Rose: Odisea (An electro Symphonic Journey), Nocturne (que explora un poco de su sonido clásico en el canto), Drown, Intrepid (con letra escrita por Carmen). También participó en un álbum de meditaciones cantadas llamado “Shivers” de la plataforma “Mind Massage” con la canción “Breath”. En el 2018 grabó el tema “Rooted” donde escribió junto a su amigo Zachary Murdock con quien también colaboró en su proyecto Cowlick, en la canción “Home” de su álbum “No, I Won’t Be Home for Christmas but I Love You”. En el 2019 formó parte de un workshop en el Public Theatre llamado “BARS” donde conoció a grandes amigos y colaboradores.
Algunas de sus influencias musicales y de expresión artística destacan: Erykah Badu, Childish Gambino, Mercedes Sosa, Charly Garcia, Amy Winehouse, Jacob Collier, Frank Ocean, El Flaco Spinetta, Bebe, D’Angelo, Queen, Los Beatles, y últimamente no para de escuchar a Cardellino, Drexler, Kevin Johansen Y Nafta.
La música y el amor por una gran variedad de estilos musicales le permitió expresarse y abarcar sus dicotomías -ciudad/campo, norte/sur, inglés/español- El utilizar la música como vehículo de sus historias fue un hecho de progresión natural.