Cuando la época exige silencio y el alma se ahoga en la inercia, Bravo Lahoz destila la verdad con la crudeza de su música: cuatro cortes magistrales que son un diagnóstico implacable de nuestro tiempo. Este nuevo EP, forjado en la estirpe de lo inusual, certifica a su autor como “uno de los más originales y particulares cantautores rockeros del país”, dispuesto a mantener la atención del oyente a base de honestidad y agallas, sin importarle que su música sea incómoda o de “difícil asimilación”.
Francisco Javier Bravo Lahoz, el viejo capitán de la nave rockera que navega a contracorriente, ha soltado el ancla de su nuevo EP, «La tensión irresoluble (de nuestros días)». No es este un disco para el oído cómodo, sino un artefacto de apenas un cuarto de hora donde el autor ratifica su posición de artista “de difícil acomodo en etiquetas”, tal y como ha reconocido la crítica. Editado el pasado 21 de octubre, este trabajo se sitúa como una “radiografía sonora” que, lejos de la inercia ruidista de sus anteriores lances, vira hacia un sonido de piano y teclados que ha sido descrito como una atmósfera de “ensueño hipnótico”.
El silencio discográfico de dos años ha sido roto con este EP de cuatro cortes que la prensa especializada ha recibido como la consolidación de “uno de los más originales y particulares cantautores rockeros del país”. El trabajo, producido por Juan A. Salinas (Alondra Galopa, Maine,Varaverde, Palmar de Troya …), es la prueba irrefutable de que la vanguardia se abre camino por las grietas del mainstream. Los elogios destacan la capacidad de Lahoz para mantener la atención del oyente a pesar de proponer una “música de difícil consumo y asimilación”, un desafío que solo los valientes aceptan.
El corazón del EP late en una concepción circular y una lírica tajante. El viaje sonoro, que recorre la minimalista «Horror Vacui» y la intensa «Volvemos a empezar», se cierra sobre sí mismo: arranca con la versión instrumentada de «La tensión irresoluble» y concluye con la misma melodía, despojada hasta la esencialidad de piano y voz en «La tensión irresoluble (de nuestros días)». Esta desnudez subraya el propósito lírico del autor: un verdadero tratado que se enfrenta a la realidad de una época donde la mediocridad “no solo campa a sus anchas, sino que domina todo lo que hacemos”. Es la voz del rock de autor que se niega a mirar hacia otro lado.
El mensaje es tan claro como el sonido que lo porta: este nuevo trabajo ya está listo para interpelar a la gran superficie y a quien se atreva a sentir la urgencia de su minimalismo. El EP «La tensión irresoluble (de nuestros días)», editado por L.L.O. Música y distribuido por DiscMedi, se encuentra disponible en formato físico y digital en las principales plataformas online y en puntos neurálgicos de distribución como Fnac, El Corte Inglés y Amazón. La tensión, finalmente, ha sido grabada y puesta en circulación para quien quiera escuchar la verdad.
Créditos:
Letra y Música: Francisco Javier Bravo Lahoz
Grabado y producido por: Juan A. Salinas en The Borderline Music Studio (del 14 al 16 de abril de 2025)
Voz y teclados: Francisco Javier Bravo Lahoz
Guitarras y Sintetizadores: Juan A. Salinas
Baterías: Gonzalo Jiménez
Masterizado por: Mario G. Alberni en Kadifornia Mastering
Fotografía: Carmen González
Diseño: Julia Carretie

