Mi nombre es Aixa Figueroa, nací el 3 de junio de 1997 en la capital provincia de Córdoba.
Mi infancia transcurrió entre dicha provincia y Catamarca, ya que, mi casa de campo queda en la provincia norteña, región de Ambato, en un pueblito muy pequeño llamado los Varela.
Ahí creció mi amor por la naturaleza, los animales, el campo argentino, la sencillez de la gente de pueblo y la música tradicional de mi patria… mis caballos me enseñaron muchas cualidades como la templanza, la nobleza y la paciencia.
Con ellos compartí los mejores momentos de mi infancia, metida en los potreros jugando con ellos desde que los gallos cantaban hasta que la noche caía.
Ir al cerro a bajar las vacas, contar pariciones se hizo costumbre y se metió en mi sangre.
Mientras que en la provincia de Córdoba desde muy pequeña mi nona me enseñó como un juego a tocar el piano, estudie ukelele y bombo, aparte realizaba mi colegiatura, y mis estudios como profesora de danzas árabes.
Fui campeona provincial y sentía que mi pasión era pisar un escenario el calor de las luces me emocionaba, hasta que en el año 2008 me descubrieron una deformación en la columna lo cual me hizo dejar casi por completo de bailar y todos mis sueños se fueron en ese quirófano.
Mis caballos fueron un gran puntal frente a una realidad que con 12 años tenía que afrontar, el poder curativo que tienen esos animales y lo sanadora que es la naturaleza me dio un empujón enorme para poder reponerme.
Tarde o temprano iba a volver a mi provincia natal y tenía que buscar algo para hacer en mi tiempo libre, algo que me guste y que me distraiga de lo que hasta ese momento había sido la rutina de mi vida.
Entre mi mamá y una amiga me llevaron engañada al hotel Hilton; cuando llegue para mi gran sorpresa resultó ser un casting para el programa Nivel Unno, me dieron una bikini, unos tacos y luz, cámara, acción.. fue el momento más incomodo, pero lo logré! Ahí estaba yo caminando con unos tacones gigantes.
A las semanas me llaman por teléfono y me dicen que quede para el programa, y la aventura comenzó. En Nivel Unno conocí gente hermosa, amigas que llevo en mi corazón, compartí viajes a Brasil, Chile, Uruguay, viaje y conocí mi país de punta a punta.. me presentaron una diseñadora que me llevo a hacer fotos a Buenos Aires, donde conocí a Jorge Brunelli, un hombre con gran trayectoria que inspiraba algo de miedo a primera vista, luego de unos meses dejé de trabajar con la diseñadora, pero el contacto con Jorge quedó, lo que nunca nos hubiéramos imaginado que años después íbamos a volver a cruzarnos.
Del programa de televisión aprendí a posar, a caminar y Beto, dueño de Nivel Unno, me hizo hacer copetes del programa y despertó en mi el gusto por la Locución.
Cuando termine mi colegiatura comencé la carrera de Periodismo y Locución, tuve eminencias de docentes y de cada uno me llevo recuerdos que guardo en mi corazón, me enseñaron a preguntar, a redactar, a expresarme para que las personas puedan entenderme, me enseñaron que es importante el contenido pero también el cómo lo digo, pero lo más importante es que me enseñaron a escuchar y a escucharme. Me recibí de Periodista y Locutora ISER.
Mientras la vorágine de la ciudad sentía que me arrastraba mi cabeza siempre estaba en Los Varela, en mis caballos, mi chamaquito un caballo criollo zaino con un oscuro frente estrella como marcada a cuchillo, mi mejor amigo, al que llamaba y venía cual si fuera perro con un galopito sencillo.
Pasaba mis vacaciones de farra en farra cantando en familia y en peñas, sin mezquinar la garganta por qué no soy de las que se amilanan si le acercan la guitarra, que bonita esa vida.. eso quería, eso me hacía feliz! Después de unos cuantos años tuve un sueño donde cantaba en un festival, me desperté feliz, emocionada, el corazón galopaba cual pura sangre y me dije querida yo este es el camino.
Lo llame a Jorge y le conté la idea “Este género está medio abandonado y yo sé que tengo todo para apostar a esto y vos que decís…” y desde ese momento comenzó un arduo trabajo, hermoso y excitante, con altibajos y con muchas gratificaciones.
Al equipo se sumaron personas hermosas como productor artístico Carlitos Kantor el cual le metió más combustible a este motor, todos embarcados en el mismo proyecto.
Acá estoy con 25 años a días de salir con el primer tema que venimos trabajando hace meses, con muchos sueños, ganas y empuje. Y sí, cómo sentí de pequeña, mi pasión eran los escenarios pero no bailando sino cantando.