LS83: documental con textos de Me acuerdo de Martín Kohan

Los recuerdos de infancia del escritor Martín Kohan se entrelazan con el archivo inédito del noticiero de Canal 9 entre 1973 y 1980. A través de este acervo, se reconstruye un período clave de la historia argentina, explorando la relación entre la memoria personal y el discurso público de la época.

LS83
Un documental dirigido por Herman Szwarcbart
ESTRENO COMERCIAL: 9 DE NOVIEMBRE
Malba Cine

FICHA TÉCNICA
Título: LS83
Dirección: Herman Szwarcbart
Guion: Fernando Krapp, Herman Szwarcbart
Producción: Gaman Cine, Herman Szwarcbart,
Gabriel Kameniecki, Santiago Borensztejn
Co-producción: Nell & Weinbeer Films
Producción ejecutiva: Santiago Borensztejn, Gabriel Kameniecki, Emiliano
Torres, Nicolás Gil Lavedra, Philipp Nell, Lukas Weinbeer.
Edición: Pablo Mazzolo
Año: 2025
Duración: 83 min.
Género: Documental
País: Argentina, Alemania

CARTA DE INTENCIÓN – Herman Szwarcbart
Años atrás visité el Museo del Cine buscando material para mi película Fuimos felices (2018). Estaba interesado en filmaciones familiares, que dieran cuenta de la vida cotidiana en Buenos Aires a partir de los ’60. El resultado fue infructuoso: el museo contaba con largometrajes de ficción, películas mudas, cine publicitario, noticieros, colecciones de fotografías y hasta un acervo textil y escenográfico. Pero no tenían películas familiares.
Cuando me estaba yendo del museo, vi en el fondo de una estantería un montón de latas apiladas. La cantidad me sorprendió. Tenían pegadas etiquetas escritas a mano, en las que se leía Videla, Viola, Galtieri, Bignone. El archivista del museo me dijo “son latas del noticiero de Canal 9 que quedaron abandonadas hace años, no pudimos ver casi nada, hay que revisar rollo por rollo. Lleva tiempo y mucha plata, ninguna de las dos cosas sobra”.
Terminé de editar la película y volví al Museo. Las latas seguían apiladas en el mismo estante.
Me enteré de que esas latas de 16mm habían sido abandonadas en un sótano del viejo canal 9 cuando los nuevos dueños mudaron sus instalaciones a fines de los ‘90. Contenían las notas registradas entre 1973 y 1983. Lo sorprendente era que el material estaba sin editar y que muchas de esas notas nunca habían salido al aire. ¿Por qué nunca se hizo notorio ese material? ¿Por qué se mantuvo fuera del alcance del público durante tantos años? ¿Qué había sucedido con esas filmaciones, qué contenían, quiénes las habían registrado? ¿Qué podían decir hoy esas imágenes, registradas en momentos de control absoluto sobre lo producido y de censura sobre lo publicado?
Comencé el proyecto investigando, visualizando y digitalizando parte de ese archivo. Vi el primer discurso de Videla el día del golpe de Estado, donde se lo ve nervioso y balbuceante. A Massera hablando de forma amena con periodistas. A Galtieri preguntando a unos conscriptos: “Y muchachos, está rica la comida, ¿no?”
Muchas de las imágenes me eran reconocibles; los protagonistas, los lugares, las texturas, los sonidos. Me generaban una especie de nostalgia. Recordé las meriendas mirando televisión al regresar de la escuela, los programas de la noche mientras cenábamos en familia.
Y esa era la extraña sensación que me embargaba mientras miraba las imágenes del archivo de Canal 9. Era mi infancia, y era la dictadura.
Y esta mirada sobre lo cotidiano la encontré el libro Me acuerdo de Martín Kohan; una enumeración de recuerdos vividos en los años ‘70, donde detrás de las historias de escuela, del barrio, de los juegos con amigos, estaba también la dictadura.
En mi primer proyecto documental, Un pogrom en Buenos Aires (2007), tomé como punto de partida un hecho histórico, la persecución obrera en el marco de la Semana Trágica de 1919, en el segundo Fuimos felices (2018) me interesé por las formas en que opera la memoria cuando recordamos hechos de nuestra vida cotidiana. Y ahora, en LS83 (2025) me planteé una mixtura entre ambos, el cruce entre lo histórico y lo cotidiano, entre la memoria personal y la memoria colectiva.

PROCESO DE PRODUCCIÓN – Santiago Borensztejn
A partir del descubrimiento del Archivo de Canal 9 por parte de Herman Szwarcbart y Gabriel Kameniecki (productor de los proyectos anteriores de Herman) y mediante un convenio con el Museo, en 2019 se comenzó a escanear una primera tanda de latas con la ayuda de Mecenazgo.
El proceso de selección inicial consistió en filtrar las descripciones de las notas incluidas en cada lata por nombres propios, en general los de los presidentes de facto. Las latas contienen material fílmico en 16mm. En promedio tienen una duración de 8 a 10 minutos y 4 o 5 notas cada una. El primer escaneo se realizó en baja resolución con el modo de telecine: se hace correr el material por una moviola y se captura con una cámara de video la pantalla. De esta forma se obtiene un archivo digital para poder editarlo en una computadora. Cabe destacar el trabajo previo de la reconstrucción de cada lata, el proceso más laborioso.
El proceso fuel levado a cabo principalmente por Hernán Fernández, Lucía Ciruelos, Paula Conde, Florencia Greco y Martina Liascovich. Debido a la naturaleza del material y al resguardo inadecuado al que se presume que estuvo sometido antes de llegar al Museo, al abrir una lata uno no sabía con qué se podía encontrar. En general, había fragmentos pegados entre sí o cortados, ya sea por o para una eventual edición o por la fragilidad del fílmico. Esta restauración fue llevada a cabo por el imprescindible equipo del Museo.
Ya con la primera tanda de latas escaneadas, unas 60 de 12.000, se comenzó el visionado del material y el proyecto comenzó a tomar forma. Sabíamos que teníamos que hacer algo, pero todavía no sabíamos qué. También entendimos de qué tipo de material se trataba: eran los registros crudos de cámara de las notas de exteriores para el noticiero de Canal 9 y comprendiendo el período de 1973 a 1983. No íbamos a encontrar reuniones confidenciales, secretos de Estado, ni tampoco transmisiones desde el estudio o editoriales de los presentadores.
Durante esta etapa, Herman empezó a trabajar con Fernando Krapp (guionista, escritor y documentalista) en la escritura del guion. Luego de muchas charlas, reuniones, pruebas, lecturas, la idea decantó. Los recuerdos que el material desencadenó en Herman la primera vez que lo vio, fueron siempre el motor del proyecto, y ese era el camino a tomar. La memoria personal dentro de la memoria colectiva. Fue Krapp quien sugirió el libro de Martín Kohan recientemente editado en 2020: Me Acuerdo. Aquí Kohan toma el procedimiento inaugurado por el escritor francés Georges Perec en Je me souviens: Les choses communes I (Me acuerdo: Las cosas comunes), quien a su vez se inspiró en I remember (Me acuerdo) de Joe Brainard. Este procedimiento consiste en escribir recuerdos personales a través de frases breves y evocativas, convertido en un género literario en sí mismo. Kohan recuerda principalmente su infancia y preadolescencia, que casualmente transcurre en un período similar al del archivo.
La forma de la película estaba ahí, era esa, pero… ¿funcionaba?
Después de diversas pruebas de edición, creímos que sí. La estructura planteada y la combinación de ambos textos (material de archivo y los recuerdos leídos de Kohan) nos permitieron refinar y direccionar la búsqueda para la segunda tanda de escaneos.
Posteriormente, con el corte final de la película en baja resolución, iniciamos otra titánica y lenta tarea: la digitalización en alta resolución. Se llegó a un acuerdo con el Museo sobre cómo sería el proceso y quién lo llevaría a cabo. Trabajamos con Matías Gritti, quien ya había digitalizado partes de esta colección en ocasiones anteriores. El Museo preparó las notas seleccionadas y armó rollos con las mismas. Así, el escaneo en 4K se hizo sobre las notas de las cuales nosotros utilizaríamos fragmentos. El aumento de la resolución y el nivel de detalle, nos permitió ver cosas y personajes que antes no se distinguían. Muchos planos pedían más tiempo en pantalla; eran hipnóticos. Este salto cualitativo nos obligó a hacer cambios en el montaje, el material lo exigía.
Ahora sí con el montaje cerrado, trabajamos con Alejandro Armaleo (colorista) en la corrección de color de la película. Se tomó la decisión de mantener la heterogeneidad del archivo ya que enriquecía al documental, evidenciaba el paso del tiempo, la variedad de fílmico utilizada en su momento y la aparición del color.
El sonido tuvo otro recorrido, por momentos similar y por momentos completamente distinto. Había tres tipos de sonido en las notas: mudo, magnético y óptico. Sobre las notas mudas no había mucho que hacer. De las que tenían magnético, se utilizó el capturado originalmente en el Museo debido a la dificultad de volver a capturarlo sin la garantía de obtener una mejor calidad. Las que tenían sonido óptico, la digitalización en alta calidad también se hizo sobre la banda sonora y en muchas ocasiones, logramos una notable mejoría. El diseño sonoro lo hizo Francisco Pedemonte, quien por momentos tuvo que limpiar y restaurar audios muy degradados. Con él, además, se buscó la estética sonora de la película. Hubo que encontrar el balance entre la legibilidad del archivo sonoro sin desnaturalizarlo de su época y la ambientación del pasado.

SOBRE MARTÍN KOHAN
Martín Kohan (Buenos Aires, 1967) es un escritor argentino y doctor en Letras de la Universidad de Buenos Aires. Trabajó como crítico literario en el periódico Clarín y es profesor de Teoría Literaria en las universidades de Buenos Aires y Patagonia.
Empezó a publicar en 1993 libros de ensayo, antologías de cuentos y novelas, pero no fue hasta 2007 que fue reconocido con el Premio Herralde de Novela por Ciencias morales, que sería llevada al cine tres años después.
Entre las obras de Kohan también se encuentran Cuentas pendientes, Bahía Blanca, Fuera de lugar, Confesión y Me acuerdo.

SOBRE EL DIRECTOR
Herman Szwarcbart es un director de cine egresado del Centro de Investigación Cinematográfica (1995). También es Licenciado en Ciencias de la Computación, graduado en la Facultad de Ciencias Exactas, Universidad de Buenos Aires (1990).
Entre su largometrajes documentales se destacan Fuimos felices (2018) que formó parte de la Selección Oficial del BAFICI en su 20 edición y Un pogrom en Buenos Aires (2007), su ópera prima que participó en el la Sección Competencia Argentina del BAFICI, como así también en una larga lista de festivales internacionales, en los que se destacan el de Cine Judío Nueva York, Dokfest Munich, Festival de Cine de Bogotá, Festival de Cartagena, Festival de cine de Montevideo, Festival de cine Latino de Trieste.
Entre sus otros trabajos está el documental Ese otro Lugar (2013) realizado para la Fundación IWO.

Filmografía:
Fuimos felices (2018)
Ese otro Lugar (2013) Acerca de la vida de José y Elena Moskovits, para la Fundación IWO, Buenos Aires.
Un pogrom en Buenos Aires (2007):
Próxima Vida (1995)
Graffiti (1996)